Esta cinta de correr sin motor tiene muchas ventajas:
1. Autodisciplina, sin interferencias: trote aeróbico, sprints, caminata lenta y carrera con pausas. Los corredores no necesitan tocar ningún botón; solo deben mover su centro de gravedad hacia adelante o hacia atrás para controlar la velocidad y el ritmo. Se trata de una forma de correr con autodisciplina y ejercicio independiente. 2. Ecológico y con un gran ahorro: al utilizar el movimiento corporal, no consume electricidad, lo que reduce las emisiones de carbono y protege el medio ambiente. En comparación con las cintas de correr convencionales, ahorran casi 5600 yuanes al año en la factura de la luz.
3. Control de resistencia magnética: la intensidad del ejercicio se puede controlar mediante el ajuste de la resistencia.
4. La intensidad del ejercicio se puede ajustar aumentando el contrapeso. 5. Bajo costo y mantenimiento sencillo. Las cintas de correr sin motor requieren que los corredores utilicen más los grupos musculares centrales para controlar su cuerpo, lo que contribuye a la estabilización y coordinación. El entrenamiento a largo plazo puede corregir eficazmente la postura al correr.
Como equipamiento deportivo de última generación, las cintas de correr sin motor son caras. Actualmente, se encuentran principalmente en gimnasios de alta gama y de moda, y aún no son accesibles para el público general. Su precio elevado se debe en gran medida a la tecnología empleada. En primer lugar, a la alta calidad de los materiales utilizados, y en segundo lugar, a su concepto deportivo vanguardista. No consumen electricidad durante el ejercicio; el usuario es quien las impulsa. Además, son robustas, duraderas y requieren muy poco mantenimiento. Por ello, solo algunas marcas de alta gama lanzan cintas de correr sin motor, lo que explica su elevado precio.